viernes, 9 de diciembre de 2011

Adiós, Ojos de Uva


                  
ADIÓS, OJOS DE UVA
Adiós, Ojos de Uva. Ya estás ahí, camino de la eternidad, en busca de tu amado. Desde que él se fue, esos ojos verdes, del mismo color que las uvas maduras, igual de dulces, y serenos como lagos de montaña al amanecer, fueron perdiendo poco a poco su fulgor. Él se lo llevó, prendido en su última mirada, esa mirada que te perteneció sin reservas durante toda tu larga vida y la suya, desde aquel lejano momento de vuestra niñez, en que tus ojos y los suyos se encontraron por primera vez, hace ochenta y dos años. Pareja inseparable, vivisteis la más bella de las historias de amor, mágica como un cuento de hadas, ningún día de vuestra vida lejos uno del otro, solamente durante aquella guerra cruel.
Ahora nos dejas, mamá, no puedes resistir más sin tu Mariano. Dos años sin él, han sido más largos para ti, que toda la Eternidad que ya estás disfrutando a su lado. Estoy segura de que tú y papá, pioneros en nuestras playas desde vuestra primera juventud de nuestras amadas Palas Cántabras, ya estaréis jugando de nuevo juntos, como entonces, felices como siempre, y cualquier día, o cualquier noche, cuando no sople el viento, oiré de nuevo tu risa y la de papá, y el sonido tan conocido de vuestro repalatear en las celestes playas de arenas plateadas. Sabré entonces, madre adorada, tierna, dulce como ninguna, que aquel fulgor perdido por su ausencia, ha vuelto para siempre a tus amados Ojos de Uva.

                                                                                             

                                                                       Tu hija Maribel

                                                                         28-10-2007

1 comentario:

Olga dijo...

Tu adorada madre, desde su paraíso de playas celestes, junto al caballero de las sienes plateadas, te estará mirando con sus Dulces Ojos de Uva más fulgurantes que nunca para transmitirte cuán orgullosa se siente de tí...